El cantante y guitarrista Elíades Ochoa, director del legendario Cuarteto Patria, grabó este entrañable trabajo junto a Compay Segundo años antes de que los descubriera Ry Cooder y ficharan para el Buena Vista Social Club. En exclusiva para los socios del Club, antes que en las disquerías, presentamos este disco histórico.
Dentro del inmenso universo musical cubano, el son ha tenido múltiples derivaciones y vertientes que a través de los años han contribuido a mantener la vigencia de la música de la isla a nivel internacional. Sabida es la influencia que el son, la rumba y el bolero han tenido en manifestaciones musicales de toda América e incluso del continente africano. A fines de la década del ’90 el productor estadounidense Ry Cooder decidió conocer la isla y empaparse de su música popular. Allí encontró una gran cantidad de artistas ya veteranos, muchos de ellos a punto de caer en el olvido, y un amplio e interesante repertorio hasta aquel momento no difundido en el exterior. A pesar de que la música cubana siempre ha gozado de buena recepción y difusión a nivel mundial, sin lugar a dudas el documental y la serie de discos que se dieron a conocer bajo el nombre de Buena Vista Social Club permitieron que la magia musical de la isla pudiera llegar a las nuevas generaciones alrededor del planeta.
Chanchaneando es un disco que antecede la explosión generada por el Buena Vista, y se resignifica al escucharlo en retrospectiva. Hecho en Santiago de Cuba (cuna del son) en 1989, el reconocido Cuarteto Patria, con dirección de Elíades Ochoa, presenta en este trabajo diez sones y boleros tradicionales. Y lo excepcional es la destacada presencia de Francisco Repilado, más conocido como Compay Segundo tocando un particular instrumento creado por él mismo, denominado armónico (mezcla de tres y de guitarra), aportando también su particular voz y algunas de sus composiciones más destacadas. Siete años antes del Buena Vista, el público internacional no reparaba en Compay y en sus canciones. Elíades Ochoa tuvo el buen tino de grabar piezas que más tarde se convertirían en himnos de la música cubana como Chan Chan, cuya primera versión, la que cautivaría luego a Ry Cooder, encabeza este disco. Mas allá de este tema fundacional para una nueva etapa de la música cubana, en Chanchaneando es posible deleitarse con otros sones tradicionales como El cuarto de Tula o A la casa de la trova y sabrosos boleros como Descripción de un sueño de José Pedralles, donde las voces de Ochoa y Compay se complementan a la perfección. También se destaca la versión de la guaracha de Carlos Méndez La pulidora.
El Cuarteto Patria fue fundado en 1939 por Francisco Cobos en Santiago de Cuba, con el objetivo de ocuparse del cancionero trovadoresco. Cuando Elíades Ochoa se hace cargo de la dirección del grupo en 1978, se abre una nueva etapa y se incorpora el repertorio del folklore rural de los guajiros de monte adentro, que este campesino devenido en cantante y guitarrista nacido en Mayarí conoció desde pequeño. Los repiques del bongó interactúan durante todo el disco con el tres y la guitarra creando la típica atmosfera sonera en un trabajo que suena claro y compacto.
Si bien Elíades Ochoa, es uno de los artistas que a partir del Buena Vista han tenido una destacada repercusión a nivel internacional, en nuestro país su discografía es casi inexistente. Este es otro de los elementos que hacen de Chanchaneando un disco único y valioso, que como socio podés disfrutar antes de que esté disponible por primera vez en las disquerías argentinas.
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