lunes, 15 de julio de 2013

Antología De Compay Segundo




Máximo Francisco Repilado Muñóz nació el 18 de noviembre de 1907 en Siboney, provincia de Santiago de Cuba, cuna de la canción trovadoresca y del son. Hijo de una familia campesina sin antecedentes musicales.
“...Fui un niño como todos los del campo, como nací en la Playa, mis juguetes eran los cangrejos, yo los cogía, los amarraba, entonces les ponía una latica detrás y los arreaba como si fueran caballos, esos eran mis juguetes...”

Su primera emoción artística fue a los siete años, una tarde del año 1914, cuando vio bajarse del tren frente a su casa, a un hombre con una guitarra en mano. El cantor era Sindo Garay

En 1916 la familia se traslada a la cercana ciudad de Santiago de Cuba. Comienza en los oficios de tabaquero y barbero.

“...Empecé a aprender mi oficio, fui poco a la escuela, porque antes los muchachos tenían que ayudar a la casa. Entonces como a mí me gustaba mucho la tabaquería, y al frente de mi casa había una, me metí allí a aprender...”

Inicia sus estudios autodidactos de tres y guitarra. Tres años después inventó su propio instrumento - “el armónico” - dándole las características que más le convenían. Consiguió desde entonces unir los elementos que conforman su singularidad.

En sus primeros años santiagueros aprende solfeo con la niña Noemí Toro e inmediatamente después se hace clarinetista con el maestro Enrique Bueno.

La más intensa escuela de Repilado fue sin duda su inmersión en la bohemia santiaguera de los años 20 en adelante. Desde muy pequeño se relacionó con trovadores de la talla de Sindo Garay, que era muy cercano a la familia, Miguel Matamoros y Ñico Saquito.

La primera agrupación que integró, en compañía de otros niños, fue el Sexteto Los Seis Ases, y sin poder precisar fechas por estos mismos años formó parte de tres estudiantinas. Antes de los veinte años ya era clarinetista de la Banda Municipal de Santiago, que dirigía el maestro Enrique Bueno, su maestro en el instrumento.

”...Y me compré el clarinete y empecé a dar clases con el maestro, el director de la banda, Enrique Bueno, y ya cuando llegué a la mitad del instrumento, me dijo: ‘puedes ingresar en la banda’... “ y toqué clarinete en La Banda Municipal de Santiago de Cuba. Ahí toqué música clásica”

Con su armónico comenzó a aparecer en las primeras estaciones radiofónicas comerciales, cantando sus propias composiciones. Más tarde forma parte del Cuarteto Cubanacán, la primera formación donde Repilado dio riendas sueltas a la sonoridad de su armónico. Un año más tarde integra el Quinteto Cuban Stars, dirigido por Ñico Saquito, este conjunto se dedicaba a hacer la propaganda del periódico El País. Con este quinteto llega por primera vez a La Habana.

Repilado comienza a frecuentar en La Habana el ambiente de los músicos populares que le eran afines. Así se hace asiduo a la casa de Justa García. En 1936 ingresa en la Banda de Bomberos de Regla, La Habana, como clarinetista. Después integra el Trío Cuba, junto a Joaquín García y Evelio Machín y graban para la compañía RCA Victor.

“...Hay una publicación errónea que dice que yo tocaba clarinete en la Banda de La Habana, donde yo tocaba era en la banda de Santiago, pero aquí en La Habana no, yo lo leí en una revista, pero es erróneo. También toque en la banda de Bomberos de Regla, ahí si toqué yo, toqué clarinete”

Al poco tiempo se integra como guitarrista al Cuarteto Hatuey, que Justa dirigía y donde toca por primera vez con Lorenzo Hierrezuelo. Viajan a México en 1938, donde participan en las películas México lindo (en la que interpretan la guaracha de Ñico Saquito, “Cuidadito, Compay gallo”; y en Tierra brava, donde tocan el tema del filme.

En la década del cuarenta ingresa en el Conjunto Matamoros como clarinetista, donde permanece durante 12 años y conoce a Benny Moré, el sonero mayor.

“...Yo toqué 12 años con el Conjunto Matamoros donde cantaba Benny Moré, que no era conocido, pero cantaba bárbaro...”

En 1942, sin abandonar su trabajo con Miguel Matamoros, forma con Lorenzo Hierrezuelo el dúo Los Compadres, momento cumbre en la carrera de ambos. Siendo los dos nacidos en Siboney, se proponen divulgar la música de monte adentro, concebida por ellos mismos y también por otros autores de la región oriental. Se bautizan como el dúo Los Compadres aludiendo a la forma tradicional de saludarse los vecinos en las zonas rurales de Cuba y Repilado es llamado por un locutor de radio Compay Segundo, por el tipo de voz que hacía. A partir de ahí comienzan a grabar un disco al mes para la firma Panart (que luego vendería profusamente por toda la América Latina). Actúan además en la película Cuba canta y baila. Viajan a Santo Domingo en varias ocasiones.

En 1946, y de forma independiente se une a su hija Amparito y graban varios discos para la Compañía Gema.

También toca el clarinete por esa época en el conjunto que dirigía Miguel Ojeda con el que participa en el famoso programa radial de Clavelito.

Los Compadres se mantienen juntos hasta septiembre de 1955. De este dúo guardó Repilado el seudónimo que alude al papel de su voz y algunas notables composiciones hechas mano a mano. Poco tiempo después formó Compay Segundo y sus Muchachos, primero como trío y más adelante como cuarteto, con la idea de mantener viva la música tradicional cubana. Con ellos se presentó en República Dominicana en 1956 con un rotundo éxito, en esta oportunidad recorren el país atrocinados por el “Ron Brugal”.

Después de 1959 se incorpora a diversas actividades y comienza a trabajar en la Fábrica de tabacos H. Upman, aunque no deja de tocar con sus muchachos. Se jubila en 1970 como trabajador de la Fábrica de tabacos y se consagra a su labor musical con el grupo actuando en diversos lugares del país.

“...Después del 59 yo trabajaba en la fábrica H. Upman. Allí trabajé 18 años. Yo tocaba y trabajaba. Yo nunca dejé mi oficio. Cuando me necesitaban, me llamaban a la fábrica y yo iba a tocar”. Hubo años de menos actividad y cambios de integrantes, entre quienes estuvieron Carlos Embale y Pío Leyva, de todos modos el nunca abandonó la música, apareciendo por temporadas en otros grupos, como el Cuarteto del Hotel Daiquiri a inicios de los ochenta y el Cuarteto Patria, con el cual visitó en 1989 los Estados Unidos (para participar como invitado especial en el Festival de Culturas Tradicionales Americanas, auspiciado por el Instituto Smithsonian, celebrado en Washington donde lo hacen miembro de honor de este Instituto), Guadalupe, y otra vez República Dominicana.

Cinco años después viaja a España al Primer Encuentro del Son y el Flamenco, auspiciado por la Fundación Luis Cernuda y celebrado en Sevilla, actuación que repitió en 1995 con éxito clamoroso.

Desde entonces viaja incansablemente por el mundo y participa en importantes festivales, conciertos y eventos internacionales, comienza a ser solicitado de continuo por el público europeo, haciéndose dueño de los más disímiles escenarios. (España, Portugal, Francia, Italia, Holanda, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Suiza, Suecia, Luxemburgo, Austria, Turquía, Líbano) Ha conquistado también aplausos y simpatías en los escenarios de América y el Caribe (México, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú, Chile, Estados Unidos, Canadá, Colombia, Martinica, Guadalupe, Guyana francesa, San Martín, Puerto Rico, República Dominicana) y más recientemente se presenta en Japón, ante un público que por muchos años ha escuchado lo mejor de la música cubana.

En 1996 lo hacen artista exclusivo de la firma discográfica Dro Music de la Warner Record de España y pertenece a la Sociedad de Autores y Editores de España desde este mismo año.

Desde 1992 y hasta 1997 Compay mantiene su cuarteto integrado por Compay, voz segunda y armónico; Benito Suárez, guitarra y voz tercera; Julio Fernández, voz prima y maracas y Salvador Repilado, Contrabajo y Coros. En 1997 ocurre un cambio de integrante en la voz prima, quedando representada desde entonces por Hugo Garzón.
En 1998 se convierte en Quinteto al integrarse la percusión con Rafael Fournier en el bongó. Es en 1999 cuando se conforman como grupo musical al incorporarse los talentosos clarinetistas Haskell Armenteros, Rafael Inciarte y Rosendo Nardo y más recientemente se une Basilio Repilado en la percusión menor y Erenio Almonte en la guitarra.

El popular compositor e interprete Compay Segundo, poseedor de una larga carrera artística, ha sido un símbolo de cubanía y no le han sobrado razones para ser distinguido con un gran número de premios, honores y condecoraciones, como la Orden Félix Varela de Primer Grado, la más alta condecoración en el mundo de las artes en Cuba, o, el Premio Grammy por su participación en el disco Buena Vista Social Club, dirigido por Ry Cooder.

Ha vivido también momentos muy hermosos, como su visita en febrero del 2000 a la Sala Nervi del Vaticano, atendiendo a una invitación del Papa Juan Pablo II. En esta oportunidad cantó su Chan Chan junto a conocidos artistas, en ocasión del Día Mundial del Enfermo.

...”Yo le dije al Papa - Por su bondad ha llegado al corazón del mundo, de la humanidad - y él me contestó – ¡”cubano, gracias por haber venido!”... Más recientemente, el 30 de septiembre del 2000 es invitado por Fidel Castro Rúz, Presidente del Gobierno de la República de Cuba, para asistir a la recepción oficial ofrecida al Presidente de la República Islámica de Irán. Comparten un ameno diálogo, donde Compay recibe todo su respeto y admiración.

La grandeza de Compay se completa con su catálogo autoral, es autor de más de 100 obras en los géneros de son, guaracha, bolero, guajira, changüí y bolero-son. Sus composiciones han sido interpretadas por numerosas personalidades como Pablo Milanés. También sus conocimientos han sido reclamados por afamados músicos como el gaitero Carlos Núñez y el guitarrista y productor norteamericano Ry Cooder, a quien ofreció una lección magistral del son y de la utilización de su armónico. En sus discos han participado los cantantes, Silvio Rodríguez, Omara Portuondo, Charles Aznavour y los cantantes de flamenco Martirio y Raimundo Amador.

Desde 1996 graba por año un nuevo CD, Antología de Compay Segundo, Yo vengo aquí, Calle Salud, Saludo Compay y Las Flores de la vida, son sus títulos. Francisco Repilado Muñoz, (Compay Segundo) contribuyó al patrimonio cultural cubano y de la humanidad al innovar un instrumento musical - el armónico - , rescatar el clarinete como acompañante esencial de los conjuntos soneros, ser el cantante en activo más veterano del mundo, y al mismo tiempo ser quien después de los 90 años de vida ofreció el mayor número de conciertos – cientos, todos a lleno completo - en más ciudades y países del planeta, y vendió la mayor cantidad de discos grabados después de cumplir esa edad. Por si fuera poco nos dejó una pieza de teatro popular cubano “Se secó el arroyito”, inspirada en una guajira compuesta por él hace varias décadas.

Con esta obra, rescata una vieja tradición que insertó a grandes músicos como Gonzalo Roig, Rodrigo Prats y Ernesto Lecuona - entre otros – dentro del quehacer teatral cubano.

Francisco Repilado es quizás después de Miguel Matamoros, el otro gran personaje del son que cifra en las letras de sus canciones un universo completo de figuras, giros y combinaciones de la conversación, que deja ya para siempre salvada la memoria del lenguaje campesino cubano, con su rica capacidad humorística e imaginativa.
Fuente:http://www.compaysegundo.eu/espanol/biografia.php?Codbuscar=01

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